La crisis del 2008 hizo que muchos fumadores se pasasen al tabaco de liar por una cuestión puramente económica ya que hasta entonces la picadura de tabaco era mucho más económica que las cajetillas tradicionales. De hecho entre los años 2008 y 2011 la venta del tabaco de liar se incrementó en el Estado un 32%.
Con tantos fumadores de picadura de liar los fumadores nos empezamos a preguntar si esta manera de fumar era menos dañina, ya que al saltarnos la parte de manufacturación del cigarrillo habitual podía contener menos aditivos.
Sin embargo aunque es verdad que tiene menos aditivos esto no se traduce en que sea más saludable ya que las cantidades de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono alcanzan valores superiores a los de los cigarrillos convencionales.
¿Qué es el tabaco de liar?
El tabaco cortado, hilado o prensado en placas, que pueda fumarse sin necesidad de una transformación industrial posterior y los desechos de tabaco (restos de hojas de tabaco y subproductos derivados del tratamiento del tabaco)
¿Qué tipos de tabaco de liar existen en el mercado?
El tabaco de liar puede ser tabaco de liar no expandido, utilizado habitualmente para liar a mano con papel y filtro o el tabaco de liar expandido, utilizado para entubar tubos vacíos mediante máquinas de rellenado manuales o eléctricas.
El tabaco híbrido es utilizado indistintamente para entubar y para liar, ya que sus hebras y su grado de humedad esta en un punto intermedio entre los otros dos anteriores.
En función de la humedad que mantienen las hojas de tabaco nos encontramos con tabacos más secos y con tabacos más húmedos.
En función de las hojas del tabaco tenemos tabacos virginia, kentucky, oriental y burley.